En el segundo decretazo nos quitaron los descansos y se concedieron barra libre para ponernos a trabajar como animales y nos obligan a estar disponibles 365 días al año, 24 horas al día. Esto se lo comento a los médicos que me dicen gilipolleces, que ninguno curra todos los días.
Me obligaron a trabajar doscientas horas al mes a turnos de mañana, tarde y noche. Y para el anormal que dice que trabajo como todo el mundo 40 horas a la semana, eso son 160. O sea, que yo trabajo el equivalente a cinco semanas en un mes de cuatro, cuando por ser trabajo a turnos debería trabajar bastante menos.
Al que le salga de los huevos que se lea cualquier estudio del efecto del trabajo a turnos sobre el organismo. La mitad de los que me ponéis a caldo dormís mal dos días y estáis hechos una. Yo llevo haciendo turnos sin rechistar catorce años, así que, no me jodáis.
Y es muy fácil imaginar mi curro desde vuestros sofás, durmiendo ocho horas cada noche. Si venís a trabajar conmigo a turnos un mes en una semana no podéis con vuestros huevos.
No somos controladores suficientes, y es lo que hay. No damos abasto. No os queréis enterar. Nos exigís trabajar todos los días para tener vuestros puentes y vuestras esclavas vacaciones. ¿dónde cojones dice que seamos vuestros esclavos? ¿por qué vosotros tenéis todos los derechos del mundo y nosotros ninguno?