Actualmente, los desarrolladores de juegos tienen la oportunidad de cubrir hasta el 33,7% del presupuesto de producción escogido gracias al incentivo fiscal aprobado por la Comisión Europea para la industria de los juegos en Bélgica. Esta iniciativa se suma a las anteriores que ya habían dado la bienvenida a la industria audiovisual en 2003 y a las artes escénicas en 2017, y ahora también beneficiará a los desarrolladores de juegos.

El objetivo principal de este programa es apoyar el desarrollo de juegos en Bélgica, y está abierto tanto a producciones belgas como a coproducciones que cumplan con los criterios de calificación.

En cuanto a los beneficios, la iniciativa permitirá a los creadores financiar hasta el 33,7% bruto (27,2% neto) del presupuesto de producción subvencionable del total de gastos subvencionables en el Espacio Económico Europeo (EEE).

Además, los inversores también pueden confiar en el programa en función de la cantidad de costos de inversión elegibles que la producción del juego gastará en Europa, más la cantidad directa e indirecta de los gastos elegibles en Bélgica.

El comunicado de prensa destaca que a través del sistema, el inversor pre-financia los costes de producción y/o posproducción a cambio de beneficios fiscales y un posible retorno fijo sobre la inversión.

Jean Greban, coordinador de la Asociación de Juegos de Azar de la región de Valonia, WALGA, afirma que las tres partes se benefician de este acuerdo. Al productor se le ofrece una forma muy atractiva de financiar proyectos; el inversor obtiene exención de impuestos a través de una inversión prácticamente libre de riesgos; y el estado belga se beneficia del aumento de la actividad económica y el gasto.


¿Qué es un refugio fiscal para videojuegos?

Un refugio fiscal para videojuegos, también conocido como incentivo fiscal o incentivo tributario, es un programa gubernamental o mecanismo legal que busca fomentar y apoyar la industria de los videojuegos mediante beneficios fiscales o exenciones de impuestos. Estos incentivos son ofrecidos por algunos países o regiones con el propósito de atraer a desarrolladores de videojuegos y compañías de la industria para que establezcan sus operaciones o realicen producciones en esa jurisdicción en particular.

Estos refugios fiscales para videojuegos pueden adoptar diferentes formas y pueden variar según el país o región que los ofrezca. Algunos ejemplos comunes de incentivos fiscales incluyen:

Créditos fiscales: Los desarrolladores o compañías pueden recibir créditos fiscales que les permiten deducir una parte de los impuestos que deben pagar, lo que reduce sus cargas fiscales.

Deducciones fiscales: Se permite a las compañías deducir ciertos gastos relacionados con la producción de videojuegos, lo que también reduce su responsabilidad fiscal.

Exenciones de impuestos: En algunos casos, las empresas de videojuegos pueden recibir exenciones completas o parciales de ciertos impuestos, lo que les permite operar con costos más bajos.

Financiamiento subsidiado: Algunos refugios fiscales ofrecen financiamiento subsidiado o subvenciones para apoyar proyectos específicos en la industria de los videojuegos.


Estos incentivos fiscales buscan atraer inversiones

Además de fomentar la creación de empleo, impulsar la economía local y promover el crecimiento y desarrollo de la industria de los videojuegos en la región. Los países y regiones que ofrecen estos refugios fiscales suelen competir entre sí para atraer a los desarrolladores de videojuegos y beneficiarse de las oportunidades económicas y culturales que esta industria puede generar.