Transformers One: La nueva era de la animación y las transformaciones épicas
Después de su regreso a la animación en Ultraman: Rising, ILM presentó su segunda propuesta proveniente de una franquicia que ha hecho famosa a la compañía de efectos visuales con sus versiones en acción real. Transformers One, dirigida por Josh Cooley, nos transporta al pasado, cuando los archienemigos Optimus Prime y Megatron eran inseparables y traviesos amigos llamados Orion Pax y D-16.
Stephen King, supervisor de animación, explica que uno de los aspectos positivos de ILM es la versatilidad de su pipeline y los activos visuales, que se ajustan a los diferentes tipos de proyectos de efectos visuales que manejan. Aunque el pipeline no cambió mucho respecto al trabajo de efectos visuales para películas de acción real, King destaca que en la animación de largometrajes todo avanza de manera más sincronizada dentro de una secuencia, permitiendo una estructura más flexible y bien definida.
La diseñadora de personajes principal, Amy Beth Christenson, enfatiza que el estilo limpio y detallado de la película obligó a resolver las transformaciones de los personajes sin trucos, trabajando arduamente en el arte conceptual para facilitar las transformaciones tanto en 3D como en los diseños de personajes. Cada transformación se planteó de forma cuidadosa para mantener la coherencia en los tamaños y formas de los robots, asegurando que, por ejemplo, Bumblebee nunca fuera más grande que un camión.
El diseño de personajes fue otro desafío, ya que cada uno debía reflejar su evolución tanto física como emocionalmente. Orion Pax, por ejemplo, pasa de ser un soñador con una postura relajada a un líder con una postura más erguida y responsable cuando se convierte en Optimus Prime. Las expresiones faciales también fueron un punto clave en la animación, donde los ojos de los personajes se trataron como lentes de cámara para mantener su naturaleza robótica mientras lograban transmitir emociones.
Una de las principales innovaciones fue la creación de personajes como Airachnid, la ejecutora de Sentinel Prime, que se transforma en un helicóptero y posee múltiples ojos que se mueven de manera independiente, añadiendo un toque de cualidad arácnida que se convierte en un elemento crucial en la trama. Alpha Trion, por otro lado, se convierte en un león con cuerno de unicornio y cola eléctrica, destacándose entre los demás por su sabiduría y sutileza.
En cuanto a las secuencias de acción, la película mantiene un estilo dinámico y fluido, con tomas largas que permiten que los personajes se muevan sin interrupciones, a diferencia de la edición rápida y cortante característica de los trabajos de Michael Bay en las películas anteriores de Transformers. Además, la película incorpora momentos como la carrera Iacon, que recuerda a las emocionantes competiciones en Star Wars: Episode I y Ready Player One, llevando las habilidades de ILM a nuevas alturas en este largometraje animado.
Transformers One es un homenaje a la serie animada de los 80, pero con una nueva visión que aporta frescura a la franquicia.
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